Las 8 especies de bonsáis más resistentes al frío

A la hora de cultivar bonsáis en climas fríos, es esencial elegir especies resistentes, capaces de soportar temperaturas bajas. En este blog, conoceremos 8 especies de bonsái que destacan, entre otros aspectos, por su resistencia al frío, lo que las convierte en opciones ideales para los amantes de los bonsáis que se enfrentan a inviernos duros.

Bonsáis más resistentes al frío

Olea europaea (Olivo)

El bonsái Olea europaea, u olivo, destaca por sus pequeñas hojas de un verde plateado y sus pequeños frutos, las olivas, que junto a la forma retorcida de su tronco, le confieren una apariencia única.

Aun siendo una especie típicamente mediterránea, los olivos son capaces de tolerar temperaturas de hasta -10°C, pudiendo ser incluso más bajas en algunas de sus variedades. Además de su resistencia al frío, los olivos son valorados por su longevidad y su adaptabilidad a diferentes estilos de poda.

Conoce todo lo que necesitas sobre el cultivo de los olivos en el blog, El secreto del cuidado de bonsáis de olivo.

Pinus pentaphylla y Pinus thunbergii (Pino blanco japonés y Pino negro japonés)

Estas dos especies de pino bonsái soportan bien las temperaturas bajo cero y son capaces de mantener su belleza incluso durante los meses más duros de invierno. Ambos tienen las

hojas en forma de agujas suaves, acículas, y una apariencia estética muy distintiva.

En invierno también es el momento ideal para realizar la poda y el alambrado. Aunque debemos recordar dejar agujas y yemas en las ramas para evitar que esta se seque.

¿Sabías que no todos los pinos se desarrollan igual y eso afecta a sus cuidados? Te contamos más en el blog Cómo escoger el bonsái de pino ideal para ti.

Juniperus (Enebro)

Los Juniperus bonsái son una especie de bonsái que destaca por sus hojas escamosas y tronco de un aspecto viejo que permite muchos trabajos. Prefieren una exposición soleada y un sustrato bien drenante.

Entre las diferentes variedades de enebros, una de las más apreciadas en bonsái es el Juniperus chinensis Itoigawa con sus pequeñas hojas de un brillante amarillo-verde y la dureza de su madera, ideal para realizar trabajos de Jin y Shari.

Como hemos comentado, el Juniperus es una especie que permite muchos trabajos. Como ya sabéis la mejor forma para crear un bonsái con tu toque personal, es trabajando un prebonsái, pero en el blog ¿Cómo remodelar un Juniperus? Te enseñamos a personalizar un bonsái ya acabado. ¿Te atreves?

Acer (Arce)

Los Acer bonsái, también conocidos como arces, son una amplia variedad de especies de hoja caduca que se incluyen entre los bonsáis más resistentes al frío. Entre otros, forman parte de esta

especie el Arce japonés (Acer palmatum) y el Arce tridente (Acer buergerianum). Estos bonsáis destacan por su hermoso follaje de colores vibrantes y cambiantes de primavera hasta otoño. ¿Dudas en tu elección? Te ayudamos con este blog: ¿Como escoger tu bonsái de Arce?

Todos ellos tienen características únicas, como el color de su tronco, las ramas retorcidas y las hojas en forma de palma de mano. Los arces prefieren una exposición parcial al sol, sobre todo en verano. En Japón son una de las especies más características como bonsái y una de las más apreciadas en todo el mundo.

Malus (Manzano)

El bonsái Malus, o manzano, es una especie de hoja caduca, de crecimiento rápido, que ofrece una hermosa floración en primavera y frutos colorados en otoño.

Las frías temperaturas del invierno son clave para una abundante floración y posterior fructificación. Prefieren una exposición soleada o parcialmente sombreada y un sustrato bien drenante.

¿Quieres aumentar la densidad de hojas de tu manzano? Te contamos cómo hacerlo en este blog.

Ficus carica (Higuera) 

Entre los bonsáis más resistentes al frío, también encontramos la higuera, una especie de hoja caduca que puede resistir temperaturas frías, hasta cierto punto. Produce abundantes frutos comestibles, los higos, que precisan del contraste de temperatura para poder prosperar.

La higuera se destaca por su fuerte tronco y denso follaje. Prefiere una exposición soleada y se debe podar a finales de invierno antes de la brotación primaveral.

Quercus (Roble)

Su corteza rugosa y follaje característico, aportan a los robles un aspecto fuerte y elegante. Los Quercus bonsái prefieren una exposición soleada o parcialmente sombreada. El riego del roble, debe ser moderado, puesto que no requiere mucha agua. En invierno es la época ideal para realizar las podas estructurales.

Dentro de sus variedades, el Quercus suber, ha sido típicamente utilizado para la extracción del corcho. Consulte aquí la ficha técnica del Quercus suber.

Taxus (Tejo)

El bonsái de Taxus (Taxus baccata), o tejo, es conocido por su gran capacidad de adaptación a climas muy duros. En condiciones adecuadas, pueden soportar temperaturas extremas de hasta -30°C.

De crecimiento lento y gran longevidad, destaca por su denso follaje, aportando un toque distintivo a cualquier colección de bonsáis. Podemos encontrar ejemplares de más de 1.000 años. Su madera es muy dura y compacta, pero a la vez elástica y flexible. Empleada antiguamente para la fabricación de arcos.

¿Te decides por un Taxus? Conoce qué opciones te ofrecemos en nuestra tienda online.

Cómo proteger tus bonsáis de las heladas

Una vez conocemos cuáles son los bonsáis más resistentes al frío, un aspecto a tener muy en cuenta es el riego. En esta época del año, es necesario reducir y ajustar el riego, evitando a su vez el encharcamiento del sustrato, ya que podría ser perjudicial para la salud de las raíces.

A continuación, unos TIPS de medidas de protección que puedes utilizar para proteger tus bonsáis del frío más extremo:

1. Coloca el bonsái en un lugar protegido y resguardado como un invernadero, porche o terraza cubierta.

2. Cubre la maceta con material aislante, espuma, paja o mantas, para ayudar a mantener la temperatura del sustrato. También puedes plantar el bonsái, incluida su maceta, en una jardinera más grande para que la propia tierra ejerza de aislamiento.

3. Protege el tronco y las ramas principales utilizando fundas protectoras o envolturas de tela, para evitar posibles daños producidos por los cambios bruscos de temperatura.

4. Aplica una capa de mantillo sobre la superficie del sustrato, ayudando a mantener una temperatura más estable.

5. Reduce y regula el riego para evitar el encharcamiento del sustrato, asegurando la aireación y salud de las raíces.

 Diferencia entre árboles en el suelo y en macetas frente a las bajas temperaturas

Cuando se trata de enfrentar las bajas temperaturas, es importante comprender cómo afectan a nuestros árboles, tanto a aquellos plantados en el suelo como a los cultivados en macetas. La forma en la que los árboles responden y se ven afectados por el frío, varía de forma importante según su ubicación y condiciones de cultivo.

La principal diferencia respecto al frío entre los árboles plantados en el suelo y los plantados en macetas es el nivel de protección y aislamiento del que disponen. Los árboles en el suelo tienen la ventaja de estar naturalmente protegidos por la tierra circundante, lo que les ayuda a mantener una temperatura más estable alrededor de las raíces. En cambio, los árboles en macetas están más expuestos, puesto que no cuentan con ese aislamiento natural del suelo, por ello requieren medidas adicionales de protección y cuidado contra el frío.

Recuerda que…

Cada especie de bonsái puede tener requisitos de cuidado específicos, por lo que es importante conocerlos y adaptarlos según las necesidades individuales de cada uno de ellos.

Con tal de que tu colección de bonsáis prospere, en los días más gélidos del invierno proporcionales un entorno adecuado, protegiéndolos del viento, las fuertes lluvias y las heladas.

Esperamos que esta guía te haya sido de ayuda para escoger tu próximo bonsái y adaptar los cuidados de tu colección.

Para más consejos, no puedes perderte el blog: ¡SOS heladas!